Descripción

Nuestras visitas independientes a cada una de las Basílicas Mayores de Roma son una opción ideal para los que prefieren experiencias urbanas de tamaño reducido. Visita San Pablo Extramuros con nosotros en un recorrido para peregrinos de 60-90 minutos que se centra en el verdadero significado espiritual y religioso de una de las "Cuatro Grandes" de Roma.

Lugar declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO y una de las Siete Iglesias Peregrinas de Roma, San Pablo es una incursión esencial más allá de las murallas del centro histórico para cualquier persona interesada en el incomparable patrimonio de la historia cristiana aquí en la Ciudad Eterna.

Nuestros recorridos católicos para peregrinos están dirigidos por devotos eruditos católicos con una habilidad única para entretejer la catequesis en una experiencia turística. Aprenderás todo sobre el arte y la arquitectura de la basílica, su historia única y, por supuesto, verás el sarcófago de San Pablo, Apóstol de los gentiles y una de las Columnas de la Iglesia junto con San Pedro.

Como muchas de las multitudinarias iglesias de Roma, la de San Pablo está llena de tesoros secretos a la vista de todos, y poca gente sabe que aquí se conserva la cruz milagrosa que inspiró a Santa Brígida de Suecia para fundar la Orden de las Brígidas.

También está expuesta la reliquia de la cadena que ató al apóstol Pablo durante su cautiverio en Roma. Veremos la Puerta Santa -una de las cuatro de Roma que se abrirán durante el año del Jubileo-, así como las finas y ornamentadas obras de arte y los mosaicos que hacen notable a esta basílica en particular.

La cautivadora fachada de mosaicos dorados de la basílica, conocida localmente como "San Paolo Fuori le Mura", está llena de significado, al igual que el diseño del claustro y, por supuesto, el cónclave situado tras el altar mayor. La catequesis, raramente interpretada por quienes no profesan la fe católica, se mezcla a la perfección con todos y cada uno de los rasgos distintivos de la basílica, testimonio como nunca de la vida de la Iglesia y de la Palabra viva de Dios, tal y como la profesó el propio San Pablo.

La basílica original se construyó en el siglo IV en el lugar donde fue enterrado San Pablo. Los estudiosos de la historia cristiana sabrán, por supuesto, que, como ciudadano romano, San Pablo se libró de la lenta agonía de la crucifixión y, en cambio, fue decapitado por el delito de ser cristiano.

Mejorada repetidamente a lo largo de los siglos, restaurada e incluso parcialmente reconstruida tras un devastador incendio en 1823, la Basílica de San Pablo se yergue orgullosa hoy con casi 1700 años de antigüedad. Su impresionante interior desmiente su ubicación ligeramente apartada y la menor importancia que le conceden las principales guías turísticas.

Nuestro recorrido concluye fuera de la basílica, en el barrio del mismo nombre: San Paolo. A sólo unas paradas de metro del centro, este barrio de moda de Roma merece la pena ser explorado por quienes deseen alejarse de las trampas para turistas y, de hecho, de los turistas.

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