Descripción

Cuando el Imperio Romano abrazó la fe que una vez persiguió, estalló en un frenesí de observancia de la historia y la verdad de la fe cristiana manifestada en lo literario, lo artístico y las reliquias de la primitiva iglesia cristiana. Muchas de ellas fueron llevadas a la entonces capital del mundo: Roma. En este recorrido, espera tener un encuentro íntimo con las Reliquias de la Pasión de Jesucristo -objetos físicos que se utilizaron en su tortura y muerte, y que en su mayoría fueron traídos a Roma desde Jerusalén por Santa Elena -la madre del emperador Constantino- en el siglo IV. Comenzamos nuestro recorrido con una visita a una de las iglesias dedicadas a la Theotokos (Madre de Dios) más antiguas de Roma -la Basílica de Santa María la Mayor- que contiene, bajo su altar mayor, madera del pesebre en el que yació el niño Jesús. La iglesia, adornada por todas las épocas de la historia del arte italiano, alberga incluso el cuerpo del devoto maestro del arte barroco Gian Lorenzo Bernini.
A continuación nos dirigimos a la Basílica de Santa Prassede, con sus fabulosos mosaicos del siglo IX y, sobre todo, la columna de piedra en la que Jesús fue flagelado, traída del Pretorio de Jerusalén a Roma en el siglo XIII.
A pocos metros de distancia, entramos en la iglesia de San Alfonso Ligouri para contemplar el hermoso icono bizantino del siglo XV "Nuestra Señora del Perpetuo Socorro", también conocida como la Virgen de la Pasión o Theotokos de la Pasión, que es probablemente el icono más reconocible del mundo.
Desde allí continuarás hacia la Escalinata Santa en la que Jesús fue juzgado por Poncio Pilato, transportada a Roma en el siglo IV por Santa Elena. Aunque no tendremos tiempo de subir las escaleras de rodillas según la tradición de los peregrinos, nos asomaremos al Santo de los Santos en la cima para ver el icono pintado por el evangelista San Lucas.
Desde allí visitaremos la Catedral de Roma, la Basílica de San Juan de Letrán (San Giovanni Laterano) para maravillarnos con el diseño arquitectónico de Borrimini y comprender el simbolismo y la historia del impresionante mosaico. A continuación, tu guía experto te indicará el lugar sobre el altar mayor donde descansan los cráneos de los santos Pedro y Pablo.
Desde allí continuarás hacia el punto culminante de la visita y uno de los lugares más sagrados del mundo: la Basílica de la Santa Cruz, construida sobre tierra traída del Calvario en el siglo IV. Conoce la historia sobre los artefactos de la pasión y muerte de Jesús que fueron llevados a Roma y, finalmente, entra para ver fragmentos del Santo Sepulcro y de la Cueva de Belén, un Clavo de La Crucifixión, 2 Espinas de La Corona de Espinas, la tablita de nogal en la que se lee Jesús Nazareno rey de los judíos y la madera de la Cruz en la que Jesús fue crucificado. Todos los peregrinos que se unan a nosotros en este recorrido de peregrinación católica único en la vida dispondrán de tiempo para reflexionar y rezar como parte de su experiencia de recorrido religioso.

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